martes

shiatsu infantil

La primera vez que le di shiatsu a una embarazada, el bebé parecía bailar adentro de su panza. Era hermoso. Ella me decía: "Siento que juega con vos".
Después el bebé nació y ella siguió necesitando shiatsu. En esos momentos al bebé lo cuidaba el papá.
Hubo un día en que el papá no pudo quedarse a cuidarlo. Subimos el bebé al cuarto de shiatsu con su cochecito, ella le dio la teta y, luego de acostarlo, se tendió en el futón dispuesta a recibir su sesión. El bebé durmió toda la hora. Ella me dijo: "Qué raro, nunca se duerme en el cochecito una hora de corrido".
Pasó un tiempo y ella necesitó una nueva sesión. El papá nuevamente no pudo estar. Hicimos lo mismo que la vez pasada pero esta vez el bebé se negaba a dormir. Estaba incómodo, pataleaba, quería dormirse pero no podía. Y como no podía, lloraba. Ella me dijo: "¿Te molesta que lo tenga conmigo?".
Le dije que no aunque la situación se estaba tornando muy extraña. Se puso en posición lateral con el bebé contra su pecho. Estaba toda torcida pero no dije nada. Puse una mano en el sacro de ella. El bebé dejó de llorar. Trabajé toda la hora con ella y el bebé. Alternaba piernas, brazos, espalda. A veces le pedía a ella que se moviera hacia el otro costado. El bebé ni se inmutó. En un momento, sin pensarlo, mi mano fue hacia el bebé. Tenía la mano madre en el sacro de ella y la otra mano en el sacro del bebé. Toqué su pequeña columna vertebral. Mi peso estaba sobre ella. El bebé suspiró. Fue una maravilla.
Al terminar la sesión ella lloró un poquito de la emoción. Yo también. El bebé estaba sumido en una paz inexplicable. Su energía irradiaba una pureza que nunca antes había sentido.
Por la noche recibí un mensajito de texto a mi celular que decía: "Gracias por regalarme el momento más hermoso de mi vida".

3 comentarios:

Diego Dupuy dijo...

Hola Florencia.
No nos conocemos, yo estoy muy interesado en el zen shiatsu, quiero ser terapeuta e investigando llegué a tu Blog.
Me pareció extraordinario lo que viviste en esas sesiones y es una de mis aspiraciones... poder dedicarme a ello, ayudar a los demás enriqueciendome diariamente, gozar de la vida en paz y ganando el dinero necesario.
Muchas gracias por compartir tus experiencias y momentos tan especiales; a mí me afianzan en mi creencia.
Perdón por abusar de tu tiempo, pero te pido por favor que me sugieras, el que consideres mejor lugar para formarme como terapeuta en Argentina.
Desde ya estoy muy agradecido por todo y te mando un saludo cordial y amistoso.
Diego

Florencia Rossi dijo...

Diego, espero que no sea muy tarde para responderte. Para mí, el mejor lugar donde formarte como terapeuta de shiatsu es con Valerie Gaillard. Tiene su escuela en el barrio de Belgrano sobre la calle Olleros. Es una excelente maestra. Te paso el mail de la escuela para que les escribas y así te envíen toda la información sobre la carrera de shiatsu.

snolleros@gmail.com

Mucha suerte! Y gracias por pasar por acá!

Unknown dijo...

que historia tan inspiradora