Empezar a recibir sesiones periódicas de shiatsu, además de brindarnos una serie de beneficios para nuestro organismo, nos conecta con nuestro ser interno.
El método del tacto, simple y útil para este propósito, es, sin lugar a dudas, una forma de comunicación esencial. Un contacto, a partir del tacto, puede ser cariñoso o agresivo dependiendo de la intención. Por eso, podemos afirmar que el tacto es una terapia en sí misma.
El shiatsu tiene su base en el principio del contacto por lo que produce un efecto que abarca el plano emocional y psicológico brindando al receptor un efecto más profundo en su conciencia y una comprensión más cabal de su sufrimiento.
El shiatsu es una terapia principalmente preventiva. Puede ayudar a mantener una buena salud, o bien, a mejorar un estado de salud no tan bueno. El terapeuta de shiatsu aplica diferentes técnicas que alivian los bloqueos energéticos mediante estiramientos, amasados, hamacados, presiones con palmas, pulgares, rodillas y codos. Todo esto con el fin de abrir los meridianos.
Todos necesitamos ser tocados de alguna manera. Todos aspiramos a un estado de bienestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario